Secundaria
N°2 “De Caperucita a Caperuza: un
proyecto de literatura y ESI en tiempos de pandemia”
Proyecto
Institucional
En el mes de septiembre, las profesoras
de literatura Mariela Rodríguez y M. Eugenia Arrupe, de 6° y 5° año de Escuela
Secundaria N°2 (Ex Colegio Nacional) les propusieron a sus alumnos de
diferentes cursos, un trabajo colectivo el cual finalizó con una entrevista virtual a la joven escritora
plantese, Ana Clara Chirdo, quien recientemente, y también en contexto de
pandemia, publicó su primer libro de poemas titulado Caperuza, en la editorial Vuelo de Quimera. Los estudiantes se
mostraron interesados en la poesía de la joven, quien a partir de un estilo
audaz, a la vez que muy poético, deconstruye el relato tradicional de la niña
inocente del cuento tradicional de Caperucita
Roja. El proyecto comenzó con una indagación por parte de los estudiantes acerca
de las versiones populares de este relato y las reflexiones compartidas en
torno al lugar de las niñas en los cuentos tradicionales, de los hombres, las
advertencias de las madres y abuelas, conversaciones en torno a la
representación del cuerpo y de la sexualidad en estos relatos, que al ser
releídos en el secundario, posibilitaron a los jóvenes hallar nuevas
significaciones para repensar las ideas de estos cuentos, y de la sociedad. A
continuación, se presenta una reseña de la poesía de Ana Clara, elaborada por
los estudiantes de 5°2° Sociales, y la entrevista que realizaron los alumnos,
mediante la plataforma google meets, a cargo de los estudiantes de 5°1°
Naturales, 5°1° Sociales y 6°1° Economía.
Caperuza,
un libro que moviliza
Ana Clara Chirdo nació en el año 2003 en la ciudad de La
Plata, proviene de una familia que
incentivó su gusto por la lectura y la poesía. Actualmente está transitando su
último año de secundario. Asiste a talleres de escritura dictado por Eugenia
Stracalli y allí escribió su primer libro llamado "Caperuza", que se publicó en la editorial Vuelo de Quimera
Editoras, en 2020.
Cada texto de Caperuza tiene dos tipos de escritura: prosa
y verso, por un lado los párrafos que están escritos en prosa, al estilo de
viñetas, reescriben un fragmento del cuento Caperucita Roja. Por otro lado, lo
que está escrito en verso, es una versión macabra, y en clave poética, de
esta historia.
Como se explica en el prólogo del libro, éste trata
sobre diferentes ideas recurrentes, transgresión,
fábula rebelde, humor negro, deshumanización y resistencia poética.
Esta autora sostiene una mirada feminista en su escritura y denuncia situaciones de violencia y acoso, como se puede ver en la siguiente viñeta:
“Caperucita aceleró el paso, pero él la agarró del hombro.
-Escuchame una
cosita, pendeja.
Se quedó paralizada en el lugar, sintiendo la piel pegajosa
del Señor envolviéndole la cintura por detrás. Le desanudó su capa, tiró de
ella y acariciando su cabello le susurró:
-Me dicen :”El lobo”, mi amor. Contáme cómo te llamas.” Ana Clara Chirdo
“Las personas jóvenes tenemos muchas cosas para decir”
El 30 de
Septiembre realizamos un encuentro virtual entre 35 estudiantes de 5to y 6to
año del turno mañana y turno tarde, las profesoras Mariela Rodríguez y M.
Eugenia Arrupe, la Vicedirectora Claudia Palmas y la poeta Ana Clara Chirdo, para
conversar acerca de la poesía, su primer libro Caperuza, su militancia feminista, cómo es ser una escritora joven,
sus proyectos.
Sin dudas, fue una charla muy
interesante, que salió de lo común en la pandemia, así como fue muy bueno tener
esta oportunidad de ver un libro de una chica de nuestra edad. En la
misma, pudimos compartir opiniones, puntos de vista de algunas de las personas
que integraban la reunión, hacer preguntas y hablar con una persona que no es
de nuestra ciudad, que nos habló de un libro muy interesante. Ana Clara nos
mostró otra mirada del cuento Caperucita
Roja que nos contaban de chicos, mostrando una postura feminista. Nos gustó
cómo expresó lo que pensaba con libertad a través de los poemas, ya que
al escribir, implícitamente daba a pensar e imaginar a los lectores
involucrándonos en lo ocurrido.
La charla comenzó con una presentación a cargo de la profesora
Mariela Rodríguez, y se fueron alternando momentos de lectura de los poemas,
diálogo con nosotros, y más lecturas, en un clima ameno y distendido. Al
comienzo de la entrevista, Ana Clara empezó su charla de manera casual, señalando
la importancia de que los jóvenes sean escuchados: “Todas las personas jóvenes tenemos muchas cosas para decir, justamente
por eso estoy acá”, afirmó Ana Clara, segura de sí misma, pero siempre
recalcando que ella no se quería mostrar desde un lugar superior sino que era
una estudiante como todos nosotros y que en la actualidad “los pibes tenemos muchas más posibilidades de publicar”.
Luego de la lectura de algunos de sus
poemas, Ana Clara contó cómo fue el proceso de escritura de su libro compuesto
por viñetas y poemas: “Las viñetas se
basan en partes de cuentos de Caperucita Roja originales las cuales fueron
adaptadas para la producción del libro”. Ana contó cómo surgió todo a
partir del conocido cuento infantil, “que
es un poco más siniestro de lo que nosotros leímos cuando éramos chicos”.
Se le ocurrió escribir sobre ese cuento, porque tiene una especie de moraleja
que cuando termina dice, "las
señoritas no deben hablar con extraños, y es echarle de nuevo la culpa a la
víctima. Todo el cuento está retratado como algo muy moralizante. Voy a
retratar esto horrible, para que vos como niña tengas cuidado de no ser
violada, básicamente. Me parece que por más que haya sido escrito hace un
montón de años, es necesario aclarar que las cosas no funcionan así, y que hay
otras cosas para decir con respecto a esa historia, y es una historia que está marcada
en la sociedad, los cuentos que leímos nosotros de chicos, los clásicos, nos
forman como personas, y nadie explica que estos cuentos fueron escritos hace
muchos años, y si no hay un adulto que te explique de dónde viene, uno acepta
las cosas como se las dan, entonces me pareció que era muy interesante esto. Lo
que hice primero fue escribir los poemas, y cuando estábamos a punto de
publicarlo, a mi profesora se le ocurrió que hiciéramos viñetas de un cuento
infantil y volverlo siniestro, deconstruirlo para mostrar el lado oscuro del
relato, y me parece muy divertida la parte de las viñetas, porque más allá de
que trata un tema horrible, lo escribí desde el humor negro, son caricaturescos
los personajes, entonces tenés la viñeta que es algo más humorístico y en
comparación, el poema que es algo más profundo, me parece que genera un efecto
bastante interesante".
Estudiante: ¿Cuántas
versiones leíste para la producción del libro?
A.C.:-A pesar de lo que la mayoría cree,
hay muchas versiones de Caperucita Roja, las cuales leí más de una vez.
Estudiante: ¿Tuviste alguna dificultad al momento de publicar su
libro? ¿Algunas críticas en relación a lo que escribiste?
A.C.: -No, porque es una editorial que recién
comienza, perteneciente a mi profesora quien fue la que nos incentivó a
publicar. Tal vez haya gente a la que le pueda molestar mi estilo de
escritura porque soy joven y escribo cosas fuertes, pero no me ha sucedido que
me lo digan.
Estudiante:¿Cuál es el proceso entero de un
escritor, desde que te sentás hasta que lo terminás, cuantas veces reciclás las
ideas?
Algunas ideas ya las tengo al momento de
sentarme a escribir y otras surgen espontáneamente. Después viene la parte que a nadie le gusta
que es sentarse a corregirlas y pensar
en lo que uno escribió, porque me parece uno desde afuera piensa que los
escritores no trabajan tanto las cosas, que salen así, de una digamos, pero la
verdad es que es un 10% la primera idea, y un 90 % del trabajo que le ponés
después, detrás de cada libro, especialmente
en los poemas, se dedica mucho tiempo a corregir las palabras que se utilizan
para poder expresar lo que uno quiere de forma correcta, es un proceso
constante y algunos dicen que el texto no se termina, el texto se abandona.
Estudiante: ¿Tenés familiares que les
gusta lo mismo que a vos?
A.C.: -Sí, en general, estoy
rodeada de gente que le gusta lo que hago, no son escritores, pero les gusta
mucho leer, me han leído mucho de chica y en mi familia siempre estuvo presente
el arte, la música, y en ese sentido siempre me sentí acompañada, más allá de
que no es el mismo arte. Mis amigas también leen, y leen lo que escribo, eso es
genial. Uno va encontrando en el mundo de la poesía y de la literatura su
propia familia.
Estudiante:
¿Escribiste otros géneros también?
A.C.: - Si, de hecho empecé escribiendo
cuentos, porque es con lo que uno está más familiarizado, ¿no? La poesía no es
lo primero que uno piensa cuando piensa en la literatura o lo que uno lee de
chico... pero bueno, por cosas de la vida, como profesores y familia, terminé
escribiendo más poesía que otras cosas. Creo que es lo que tengo más trabajado
y lo que se me da mejor; por eso mismo, le dediqué muchos años. Estuve
interesada en la narrativa, pero porque no conocía la poesía a la cual es algo
más difícil de acceder “espontáneamente". Además, me parece que es una
forma de decir las cosas que tengo que decir, de una manera original, es algo
distinto a la narrativa… a la que pienso quizás como una forma desde donde
crear mundos, contar una historia... crear un personaje, en cambio, la poesía
es algo más… es inexplicable. Bueno, "quiero
decir esto y lo digo" y busco las metáforas, las palabras necesarias
para decirlo. El cuento va por otro lado y la novela, ni hablar... Todavía no
tuve la paciencia para sentarme a escribir una novela ja, ja, ja, pero tengo mis ideas y... veremos.
Prof.
Mariela-Ana, quería que comentaras el último poema de tu libro “Caperuza”
porque hace un corte ¿puede ser?
A.C -Sí, el último
poema, es otra cosa; el último poema lo agrego después de haber cerrado el tema
Caperuza. Básicamente el último poema es distinto, porque Caperuza lo escribí
un año antes de publicarlo. Entonces, cuando lo agarré nuevamente para
corregirlo, ya estaba en otro lugar y tenía otra voz. Los primeros poemas son
una mezcla de lo que yo era en ese entonces y lo que yo era cuando lo edité y
el último poema es como una puerta al próximo libro; es lo que dice mi
profesora siempre: “El último poema del
libro tiene que dar pase al próximo”. Y sí, es una mezcla de lo que trato
de transmitir en Caperuza con otras palabras, con otro ritmo, que mezcla dos
voces. ¡Qué bueno!¡Yo soy una sola ja, ja, ja!
Prof.
Mariela- Claro, eso es una marca que
vimos en clase con lxs chicxs. Habíamos comentado qué es la polifonía, con
Eugenia sobre todo, el trabajo polifónico que hay en los poemas, es decir, esta
pluralidad de voces.
A.C.: - ¡Sí! A mí me encanta eso, de hecho
tuve que parar un poco, porque cuando uno se pone muy cómodo con una
herramienta, deja de tener mucho sentido ¿no? Hay que seguir explorando. Pero
Caperuza tiene mucho de eso, tiene muchas voces, no solo de los personajes,
sino como de la norma; se mezcla lo normativo con lo instructivo y es
interesante la mezcla de voces porque te da la posibilidad de decir muchas
cosas con un solo poema.
Estudiante:
Yo quería preguntar, si sacás de algún
lugar específico ese impulso o esa motivación para poder escribir ¿tus
familiares, de quienes habías dicho que compartían algunos de tus gustos, te
han ayudado o tu profesora de la
editorial? O hubo algún pensamiento “físico”, por así decirlo, de donde sacaste
la idea de empezar a escribir o las ganas de querer escribir.
A.C.:
-Mirá, no me acuerdo de donde surgió la idea; fue hace más de dos años. Sé que
leí el cuento y que me pareció nefasto y dije “tengo que escribir algo sobre esto”. A mí me suele pasar que leo
algo o veo una imagen y me genera la sensación de que no puedo dejar de
escribir sobre eso; es como si me atrapara, por así decirlo. Yo, en principio,
escribí tres poemas y no le di mucha importancia. Lo llevé al taller y mi
profesora me dijo que tenía que ser un libro; lo continué, pero después lo
abandoné y hasta que no se me dio la oportunidad de publicarlo, no lo retomé.
No me acuerdo muy bien qué fue lo que me impulsó a escribir Caperuza. Yo no necesito impulso para
escribir; a esta altura, escribo porque no puedo hacer otra cosa y no puedo
vivir sin escribir.
Fue una de las ideas
que surgió en ese momento y la pude tomar y continuar. También vi una película
muy conocida, “La chica que jugaba con fuego”, algo así se llamaba, es muy oscura…
Mezclé un poco lo que me generó la película con el cuento; la idea del libro se
fue formando desde distintos lugares.
Está bueno tomar de otras partes, la
inspiración ¿no? Porque uno siempre cree que el cine, la literatura, las artes
visuales, son cosas totalmente separadas y, yo creo que se retroalimentan, que
hay un diálogo entre todas las artes, más allá de que sean disciplinas por
separado; usar películas, imágenes, fotografías, pinturas que te generen ideas
con las que puedas adentrar en el diálogo, siempre motiva la creatividad; es un
trabajo muy interesante.
Estudiante:¿Qué sentís cuando escribís?
A.C:- Depende del día; porque hay días en los
que escribir me sirve mucho, me entretiene un montón y me parece algo
fantástico, y hay otros días que me siento a escribir y no me sale nada, me
frustra y es un garrón ¡ja ja! Pero, bueno, me parece que la pregunta va un
poco más a lo inicial. Digamos, cuando se me ocurre algo, lo escribo, me parece
más divertido, no sé muy bien lo que siento; sé que es una forma de
desconectarme del resto del mundo, conectarme con lo que quiero decir con las
palabras, con un mundo que es un poco más lindo que lo que me rodea a veces
¿no? Es que estamos en cuarentena;
siento que es una forma de hacerla lo más auténtica posible.
Estudiante:
Los cuentos tradicionales tienen esos
mensajes y esos estereotipos. ¿Vos pensás que los niñxs pequeñxs de ahora
pueden seguir leyendo esos libros tradicionales o ya no?
A.C: Creo que los
clásicos deben ser leídos desde un lugar de acompañamiento; no creo que se
pueda dar “La bella durmiente” a una nena y esperar que sienta de donde viene
el mensaje ella sola, sino que me parece que la lectura de los clásicos en los
niños es interesante desde ese lugar de acompañamiento. Yo tengo una sobrinita
y me parece que si un día se le ocurre leer los clásicos, me parece que está
bien, que es algo que puede hacer, pero también estar ahí para decirle: “No, mirá, esto viene desde acá, esto desde
allá…”. Yo siempre pienso que de chica leía María Elena Walsh como super
diferente, ¿no? entonces lo que leemos desde chico también nos forma. Digamos,
entonces, darle la oportunidad a lxs niñxs leer lo que quieran, darles la oportunidad de reflexionar sobre lo
que están leyendo, no tomarlxs como tontxs ¿no? Y a eso viene Caperucita
también; lxs nenxs no son tontxs, se dan cuenta de las cosas, entonces es
importante dar herramientas para darse
cuenta de lo que están leyendo y elegir lo que leen.
Estudiante:
Yo quería preguntarte si a la hora de escribir, reflejás tus sentimientos o tus
emociones o simplemente es algo externo a vos.
A.C.:- Depende. Hay
poemas que si los escribo desde mi experiencia propia, en general, me gusta
guiarme mucho por lo que veo alrededor mío, con estructura de arte; pero son
distintos los poemas en los que hablo de mí: llevan más tiempo de trabajo,
porque cuando uno habla de lo que le pasa, tiene que tomar distancia del texto
para poder trabajarlo. Por ahí uno empieza, siempre escribiendo lo que le pasa,
pero después, yo creo que hay que entender que tomar distancia de lo que uno hace también es una
forma de trabajar los sentimientos y lo que a uno le pasa. Si yo escribo un
texto y lo dejó ahí tirado, no va a ser lo mismo que si a mí me pasa algo y lo
escribo, y tengo la oportunidad de hacer arte con eso; a mí eso me encanta,
digamos, me parece hermoso saber que he pasado por un millón de cosas, pero
siempre tengo la oportunidad de hacer poesía o hacer literatura con eso. Pero
son muy distintos los poemas que yo
hago desde mi experiencia a los poemas que hago por el puro placer de escribir.
Estudiante:
¿A qué edad comenzaste a escribir?
A.C: -No recuerdo muy
bien. Cuando entré a la secundaria, empecé a tener mi cuaderno para escribir y
esas cosas, pero no me lo tomaba muy en serio. De chica, por alguna razón,
tenía esta fantasía de ser escritora aunque no entendía en realidad lo que
conllevaba, no tenía a nadie cerca que fuera escritor, tenía muy idealizado el
proceso. Cuando entré a la secundaria, escribí
a modo de supervivencia, porque no fue un momento muy lindo de mi vida,
aunque era una cosa más relacionado con expresar y no con trabajar el
texto. Creo que a los 14 ó 15 años fue
que empecé a ver la escritura desde otro lugar, que podía hacer otras cosas,
que podía trabajar, esto fue debido a que entré al taller de poesía y pude
tomar distancia del texto y darme cuenta de lo que estaba haciendo.
Estudiante:
¿Qué género te gusta leer?
A.C.: Me gusta leer
varias cosas; soy una persona que no tiene favoritismo por nadie, aunque hay
autores que me gustan mucho. En cuanto a los géneros, en su momento me gustaba
mucho la ciencia ficción que fue con lo que me adentré a la lectura, pero ahora
estoy leyendo cosas más realistas; me baso en recomendaciones de conocidos o de
Internet. Siento que si elijo un género o un autor favorito, me cerraría
puertas, pero lo que más leo en general es poesía. Ahora, en cuarentena, estoy
leyendo más narrativa porque no leía desde hace mucho tiempo, pero
siempre me gustó mucho la poesía desde que la descubrí como género. Preparé un
par de libros y autores, algunos más conocidos que otros; este es uno de los
últimos libros que leí, se llama Cosas
que hago en la oscuridad de June Jordán, que fue una poeta jamaiquina,
muy interesante. Leo porque es mi lugar
para aprender; unx se alimenta como escritorx de otros autores; por ahí leo
June Jordán porque es más cercana a mí,
por ahí me siento más identificada y es algo
que tiendo a disfrutar más, se me hace más llevadero. Después está Las flores del mal de Charles
Baudelaire, que es bastante más pesado debido a que es un autor clásico de
poesía. Me parece que leer cosas que me parecen más pesadas, pero que son
necesarias, está bueno, porque lo disfruto también y se aprenden un montón de
cosas de lo que es la poesía en sí y cómo va evolucionando en el tiempo.
Después está Cortázar; uno de los libros que más me gustó de él es Todos los fuegos el fuego; es tremendo,
creo que es uno de los autores de cuento que más me vuela la cabeza en ese
sentido porque es muy distinto, tiene una
forma de relatar y de escribir que uno nunca se hubiera imaginado antes
de que el existiera, aprendí mucho de él, otro libro que disfrute que no es muy
conocido, es un regalo de mi abuela y se llama Pájaros es una novela muy vieja, tiene una forma muy interesante de
narrar esta novela. Son dos personajes y te cuenta los sucesos desde dos puntos
de vista, lo que es algo nuevo. Uno de los personajes se empieza a volver loco
y está todo el proceso de cómo se empieza a enloquecer y como lo ve su amigo
desde afuera. Es un libro muy raro no se los voy a negar, pero me divirtió
mucho cuando lo leí.
Estudiante:
¿Tenés pensado escribir otro libro?
A.C.: Sí, de hecho ya
lo estoy escribiendo. Tengo muchos poemas guardados que pueden convertirse en libros
tranquilamente. Estoy un poco en la búsqueda de otro concepto, tengo una forma
de reunir poemas que sea coherente, poemas que quizás son muy distintos pero es
cuestión de encontrar una conexión entre todos para armar el concepto del
libro. Uno por ahí piensa que si tengo todos estos poemas se meten en un libro
y listo, pero no. Encontrar una conexión, un concepto, saber de dónde viene ese
concepto y a partir de ahí encontrar un título. Es una cosa que la verdad no se
la deseo a nadie porque es un poco engorrosa, pero también se disfruta, estoy
en ese proceso de encontrar lo que va a ser mi próximo libro.
Estudiante:
¿Un
libro que nos recomiendes? Que pienses que tenemos que leer sí o sí.
A.C.: Bueno, Todos los juegos del fuego es buenísimo,
también Cosas que hago en la oscuridad,
me parecen algo muy distinto y es una forma bastante copada de meterse en la
poesía si uno no sabe nada, porque por ahí si uno agarra un autor que es más
pesado y tiende a tener resistencia a la lectura. Creo que son muy buenos
libros y que es algo que te puede llevar a descubrir autores geniales.
Ana Clara también comentó que su libro tiene “mucho
para dar” y que cada persona puede interpretarlo de diferentes maneras. También
nos habló sobre las crudas realidades que se mencionan en él. Expresa, además,
que es complicado ser joven y adentrarse en el mundo de la escritura, y desea
que su libro le llegue a la mayor cantidad de lectores interesados para así
compartir sus escrituras y pensamientos.
La poeta nos plantea que su libro es una crítica a
problemas sociales como el abuso y la violencia familiar. Además, afirma que la
literatura tiene el poder de manifestar más juicios encontrados en la sociedad
diariamente como la lucha por los derechos de la mujer y los estereotipos impuestos.
Hay más personas que presentan en sus textos problemáticas de este tipo pero
usando frases como “Ni una menos” y “Paren de matarnos”, que aunque su
intención es buena, no logra captar las emociones del lector. Ella sugiere que
una forma efectiva de hacerlo sería creando poesía desde el punto de vista de
una víctima, su protagonista, y así generar empatía en el otro. Al respecto nos
decía: “Falta mucho. La literatura más allá de que sea arte y se crea que es
más abierta y copada, en realidad en ella las mujeres no tienen tanto lugar.
Hay que luchar mucho para llegar a una autora y es más fácil leer autores, pasa
con las artes en general. Es muy difícil hacerse lugar para ser leída.”
Estudiante: Tu libro ¿Es una obra
feminista?
A.C.:-Yo creo que mi obra es feminista porque
yo soy feminista y escribo desde ese lugar. Mis obras tienen
mensajes políticos y feministas, tratando de darle voz a las niñas y a lo que
ellas viven día a día en nuestra sociedad, logrando hablar del otro lado del
abuso y la violencia.
Estudiante: ¿Cuál es la estética o la poética que a
vos mejor te permite expresar tus posiciones?
A.C.: Yo
escribo verso libre, es lo que a mí me permite decir lo que quiero decir, en cambio en el verso
calculado me cuesta más expresarme. Es bastante difícil
escribir en verso libre ya que hay que saber las normas métricas y la
estructura que posee el mismo.
Estudiante: ¿Has escrito poemas sobre la
discriminación social?
A.C.: Sí, tengo varios poemas acerca de la comunidad
de LGBT, también poemas sobre el hambre y ahora estoy escribiendo uno sobre los
asesinatos a mujeres, escribe por los que no pueden escribir.
Estudiante: ¿Por qué
recomendarías que leyeran tu libro?
A.C.: Lo
recomendaría porque creo que es algo distinto, yo lo siento así. Intente
hacer algo como fuera de lo que ya he leído o es común. Me parece que es muy
interesante lo que tengo para decir. Es un libro fácil de leer, es corto.
Estoy muy orgullosa del libro. El concepto de
las viñetas y los poemas me parece muy copado.
Estudiante: En los poemas hay
referencias a otros cuentos clásicos: ¿Por qué decidiste incluirlos?
A.C: No sé si lo decidí, fue algo que me pareció que estaba
conectado, siento
que van de la mano, creo que intentan dar un mensaje parecido y
era otra forma de denunciar que Caperucita no era una excepción, muchos de los
cuentos de ese momento tenían mensajes oscuros y después fueron adaptados para
que los niños los lean.
Estudiante: ¿Escribís por
diversión, para practicar escritura para un futuro o de verdad querés que tus
ideas las vea más gente y que tengan más influencia? ¿Tené algún plan?
A.C.: Escribo
desde lo recreativo, pero también lo hago como una profesión, a mí me
encantaría que fuera más fácil dedicarme a la escritura, económicamente
hablando, pero yo quiero que me lea la mayor cantidad de gente posible. Me
encanta que la gente lo reinterprete una y otra vez. No intento hacer con
el libro algo moralizante, intento decir las cosas de la forma más cruda que se
pueda. Es más complicado ser una artista
que recién empieza y ser tan joven, mucha gente apoya que haga poesía, pero una
cosa es apoyarlo y otra que te compren el libro. Es difícil vender la poesía, a
cuanta más gente le llegue el libro mejor.
En la entrevista se pudo notar que Ana Clara piensa como la mayoría de
los que asistimos, se llegó a una charla fluida y quizás no tan formal ya que
al final, ella es una adolescente como todos nosotros, inspirando y motivando a
conocer más sobre literatura.
Por último, en esta entrevista la profesora Mariela Rodríguez dio su
opinión, “hay algo que se repite, es la respiración profunda, el hecho de tomar
aire (sorprendida)”, ella dice que es un libro que desarma, que no puede ser
moralizante ni dar un mensaje claro, justamente todo lo contrario.
La entrevista nos hace
poner en el lugar de la mujer o del otro en cuanto a la violencia, muchas veces
se critica o se hacen burlas sobre ese tipo de cosas, pero no sabes si te puede
pasar algún día.
La
autora nos hizo ver que todos podemos escribir, expresar emociones y llegar a
otros. El libro no intenta ser moralizante, sino que a través de las rupturas
que son “cuchillos” como se expresa en un momento, se producen las rupturas en
las distintas sensaciones y escalofríos al leer cada verso. Ante la consulta
acerca de si tiene otros libros por publicar responde que tiene más de uno y
varios proyectos en mente.
Para
cerrar la entrevista, la vicedirectora del colegio aseguró que la parte final
del libro “provoca escalofríos y sin
pensar que la intención sea adoctrinar, genera impacto”. Le remarcó a Ana
Clara que era impresionante cómo había utilizado los recursos, las
imágenes. También le dejó en claro que ella se tendría que sentir satisfecha
con los resultados porque genera algo en el lector muy fuerte que no es poca
cosa.
Gracias a esta entrevista pudimos no sólo conocer
la creación del libro Caperuza, sino
que también conocimos la vida de la escritora, sus pensamientos y emociones,
que nos llevaron a entender otras realidades y envolvernos en el mundo de la
literatura.
Estudiantes que participaron de la propuesta:
6° Economía: Camila Pérez, Karen González, Antonella Muñoz Defendis y
Débora Moro
5°1° Naturales: Alejandro Estaba Gamboa, Irene Castro Aparicio, Kling
Ianela, Nahuel Mocdece, Agustina Montecinos, Alan Pavía, Valentín Sein, Joaquín
Valles, Aymara Ramírez, Ignacio Ordás, Valentina Palla.
5°1° Sociales: Nahiara Gómez, Zoe
Gaete, ThiagoVelázquez Giuliani, Santiago Saldías, Florencia Mohr, Franco
Valentín Martínez, Julieta Ferrero, Belén Zalazar, Tomás Vargas, Brenda
Lencina, Yazmín Lencina, Martina Escujuri, Morena Di Salvo, Valentina Alonso,
Maximiliano Lara, Abril Álvarez, Juan Ignacio Sala, Zoe Llanos, Iara Sabadini,
Nazarena Gutiérrez, Valentín Brunoldi, Juan Manuel Laverens, Ignacio Pinelli,
Nahuel Salarayan, Tomás Blas, Diego Duca, Agustina Suárez.
5°2° Sociales: Joaquín Díaz Bailón, Guadalupe Aguirre, Fabiana Benítez