miércoles, 13 de julio de 2011

Geobiología




A caminar descalzos...






Entrevista a Mariano Bueno, experto en geobiología



Tengo 50 años. Nací y vivo en Benicarló. Soy experto en geobiología, cultivo ecológico y biohabitabilidad. Vivo en pareja y tengo un hijo de 11 años. ¿Política? El bienestar de la gente. ¿Dios? Somos parte de la luz universal: cada día me siento más espiritual

Qué hace un experto en geobiología?
Estudio la influencia de las radiaciones terrestres sobre los tejidos vivos, sobre la salud humana.
¿A qué radiaciones terrestres se refiere?
A las procedentes de venas subterráneas de agua, fallas geológicas, grietas, subsuelos graníticos, campos geomagnéticos… Y las artificiales: tuberías, tendidos eléctricos…
¿Todo eso influye en mi organismo?
¡Por supuesto! Y más intensamente en niños y personas hipersensibles.
¿De qué clase de influencia se trata?
De ionizaciones, alteraciones del bioelectromagnetismo natural de nuestras células.
¿Bioelectromagnetismo?
Las células intercambian cargas eléctricas. El flujo de electrones hace que tu cuerpo tenga magnetismo. Igual que el planeta Tierra, que es un gran electroimán.
Con sus dos polos, norte y sur.
El magnetismo terrestre nos influye, sobre todo en las horas del sueño. Atentos: dormir con el cuerpo alineado con el magnetismo terrestre favorece el descanso. Cabeza orientada hacia el norte, pies hacia el sur: es la orientación más relajante, ¡descansarás mejor!
¿Y si duermo en otras orientaciones?
Dormir con la cabeza hacia el este favorece un despertar revitalizado.
¿Y con la cabeza hacia el sur?
Despertarás tenso, nervioso.
¿Y hacia el oeste?
Debilita, desvitaliza, deprime. Lo saludable: situar la cabecera entre el norte y el este.
¿Tiene argumentos científicos?
Las células son como pequeñas brújulas y se repolarizan y reparan: facilitar el proceso refuerza tu salud. ¡Tu dormitorio es la verdadera cámara de tu salud! No la perturbes.
¿Y qué es lo más perturbador?
Luces (la oscuridad activa la melatonina, hormona activadora de la reparación celular) temperatura alta, ruidos… y campos electromagnéticos (naturales o artificiales): inhiben la producción de melatonina.
¿Qué campos son naturales?
Las corrientes de agua subterránea: las moléculas del agua en movimiento, en fricción con el subsuelo, generan un campo electromagnético. Dormir sobre ese punto geopatógeno perturba tu regeneración celular.
¿Hasta qué extremo?
Hasta enfermar. ¡Cualquier radiación electromagnética intensa inhibe la glándula pineal y deja de segregar melatonina! Y eso ocho horas por noche, noche tras noche, impide a las células repararse debidamente: padecerás dolores de cabeza, dolencias articulares, disfunciones orgánicas, depresión del sistema inmunitario… A largo plazo, eso puede derivar en patologías neurodegenerativas, leucemias, tumores…
¡Dígame qué puntos son geopatógenos!
Esos en que se superpone una falla terrestre, una vena de agua y una línea Hartmann (corrientes electromagnéticas que recorren toda la superficie terrestre, en retícula).
¿Cómo detectar esos puntos?
Los zahoríes lo hacían con varas de avellano o péndulos. Hoy tenemos detectores electrónicos que captan los flujos de radiación. Y hay poderosas perturbaciones que son muy obvias, las artificiales: ¡evítalas!
¿Cuáles?
Torres de alta tensión, transformadores, cables eléctricos, electrodomésticos conectados a la red eléctrica, radiaciones de alta frecuencia, de telefonía móvil, inalámbricas… ¡Evita eso en tus noches o enfermarás!
Tengo un despertador eléctrico.
Cámbialo por uno de pilas, o aléjalo de tu cuerpo. Los cables eléctricos, lo más lejos posible de tu cabeza.
Tengo una tele a los pies de la cama.
Si es de pantalla plana, irradia poco. En cambio, un televisor de tubo catódico emite radiación ¡hasta cuatro metros! Sobre todo hacia atrás, y atravesando muros. Una vez detecté que el malestar de una persona provenía del trasero del televisor de su vecino…
¿Y qué hago con mi teléfono móvil?
¡Fuera del dormitorio, por supuesto! Sus microondas agitan tus células. Hoy sabemos que hablar con el móvil pegado al cráneo durante más de diez años… ¡duplica las posibilidades de desarrollar un tumor cerebral!
Pues yo llevo así algo más de diez años. Y, por trabajo, ¡necesito seguir usándolo!
Bien: aleja el móvil de tu cabeza. A más distancia, menos la irradiarás. Es fácil: ¡usa unos auriculares manos libres ambulantes!
En cuanto salga de aquí. ¿Qué otras perturbaciones me aconseja evitar?
Nuestros hogares son nidos de contaminación electromagnética y química. Deja que entre luz solar y aire, usa mobiliario de madera, usa pinturas ecológicas y destierra ambientadores, suavizantes, lejías y detergentes sintéticos. Si lavas la ropa con bicarbonato ¡te quedará lo bastante bien! Y vigila tus productos de limpieza: que sean de química dulce, no tóxica.
Lo que no haré es vivir a la luz de velas.
No, pero libera tu zona de descanso de contaminación electromagnética. Y al llegar a casa, camina descalzo: durante el día caminamos sobre suela aislante y trabajamos en edificios aislados enfermos, así que nos conviene descargarnos.
Deme un último consejo revitalizante.
En un frasco haz germinar semillas de alfalfa y consume ese germinado: es muy digestivo y concentra nutrientes que regeneran tus tejidos y protegen tu salud.

Mariano Bueno es el pionero de la geobiología en España, autor desde hace 25 años de clásicos como Vivir en casa sana, El gran libro de la casa sana o El huerto familiar ecológico (www. casasana. info) y fundador de la Asociación de Estudios Geobiológicos GEA (www. gea-es. org).
Divulga el concepto de higiene energética: “Pegarte un móvil al cráneo o dormir junto a una radiación electromagnética es tan antihigiénico como comer con las manos sucias”. Mueve uno de sus detectores y me señala por dónde pasa un tendido eléctrico, y con otro mide la elevada radiación de gas radón emitida por el granito de la barra del bar… Yo salgo a comprarme un manos libres ambulante para mi móvil.

lunes, 11 de julio de 2011

Las 5 vocales en el idioma español

LAS CINCO VOCALES en el idioma español

La famosa escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta, dijo en una entrevista, que "murciélago" era la única palabra en el idioma español que contenía las 5 vocales.

Un lector, José Fernando Blanco Sánchez, envió la siguiente carta al periódico ABC, para ampliar su conocimiento.Carta al director del diario ABC acabó de ver en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que,"murciélago " es la única palabra en nuestro idioma que tiene las cinco vocales.

Mi estimada señora, piense un poco y controle su "euforia". Un " arquitecto" "escuálido", llamado "Aurelio " o "Eulalio", dice que lo más "auténtico" es tener un " abuelito" que lleve un traje "reticulado" y siga el "arquetipo" de aquel viejo " reumático" y "repudiado", que "consiguiera" en su tiempo, ser "esquilado" por un " comunicante", que cometió "adulterio" con una "encubridora" cerca del " estanquillo", sin usar " estimulador".Señora escritora, si el "peliagudo" "enunciado" de la "ecuación" la deja "irresoluta", olvide su "menstruación" y piense de modo "jerárquico". No se atragante con esta "perturbación", que no va con su "milonguera" y "meticulosa " "educación".

Y repita conmigo, como diría Cantinflas:

¡Lo que es la falta de "ignorancia"!

viernes, 8 de julio de 2011

Museo de Frida Khalo

Es un paseo, muy bonito, por la casa de Frida Khalo, se puede recorrer con detalles, hermoso.
EN CADA PUNTO NARANJA HAY UN ABANICO AMARILLO PARA GIRAR LOS 360° AGRANDEN PANTALLA.
click en el siguiente enlace:
http://www.recorridosvirtuales.com/frida_kahlo/museo_frida_kahlo.html

miércoles, 6 de julio de 2011

Sitio Web de CRESTA

Les comunicamos que ya esta disponible nuestro sitio en la web.
La dirección es www.cresta.edu.ar
En el menú superior encontraran el botón “Biblioteca”. Ingresando al mismo podrán leer información de la Biblioteca y además consultar el Catálogo Online.
Los invitamos a visitarlo!!!
Saludos cordiales,

Valeria Rodriguez
Biblioteca CRESTA
Mail: bibliotecacresta@speedy.com.arWeb: http://www.cresta.edu.ar/
Blog: http://bibliotecacresta.blogspot.com/

lunes, 4 de julio de 2011

Vargas Llosa y las mujeres comunes...




Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010





Todas las flores del desierto están cerca de la luz.Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo. Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.

Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.

Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.

Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y esperan al novio, ilusionadas, con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.

Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.

Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigos de la forma y enemigos del alma. Vértigo de divas y llanto de princesas.

La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad...