jueves, 27 de septiembre de 2012

Un momento para disfrutar...

     Platón, en el Fedro, aseguró que los libros no podían reemplazar a los maestros porque no respondían preguntas. Protestó también que el libro no podía elegir a sus lectores, señalando el riesgo de que estos resultaran estúpidos o malvados. Clemente de Alejandría tenía la misma prevención y garantizaba que escribir un libro era dejar una espada en manos de un niño.
    Muchos lingüistas modernos han prometido la incompetencia de cualquier texto para comunicar ideas y se han esforzado en perfeccionar un estilo que no los desmintiera.
   Pero señalar la insuficiencia de un género, desde el ejercicio de ese mismo género, es una conducta que merece nuestra perplejidad cuando no nuestra desconfianza.
   Digamos -eso sí- que en la Antigüedad clásica, un libro era la abolición parcial de una ausencia o una precaución contra el olvido. El maestro dejaba un texto que, en cierto modo, lo sustituía. Lo mismo ocurría con los poetas y cantores. Refuerza esta idea el carácter oral de las literaturas primitivas. Hasta bien entrada la edad cristiana, se leía en voz alta. Los príncipes se encerraban para leer sus cartas, no solo para que no los vieran, sino también para no los oyeran. San Agustín en sus Confesiones, relata su asombro al encontrar a San Ambrosio leyendo en silencio.
  Recién en la Edad Media, el libro se convierte en un objeto venerado, no solo por ser vehículo del saber, sino además por su altísimo costo. Copiar una Biblia llevaba años de trabajo. El pergamino exigía la piel de un cordero por cada cuatro folios. Una epopeya más o menos extensa podía acabar con los rebaños de toda una región.
   La imprenta y la difusión de la lectura ilusionaron a los pensadores progresistas que llegaron a creer que cuando todos supieran leer, terminarían las guerras. Esta confianza está bien lejos de las dudas platónicas.
   Quien esto escribe simpatiza con los libros en general, aunque decree de este en particular. Corregir un texto, hacerle unas añadiduras y darle otro formato es una tarea más cercana al engaño que a la creación.
   Por cierto, he tratado de encontrar nuevos datos sobre el destino de los Hombres Sensibles de Flores, con el melancólico resultado de que todo el mundo me recomendara la lectura de este libro.
   Mi encuentro con Tamas Dorkas, el caminante, me hizo abrigar la esperanza de una reaparición de Manuel Mandeb en las calles de Flores. Pero el polígrafo no compareció. De cualquier modo creo que no hice mal en agregar esta historia a las ya existentes.
   Me propuse asimismo remodelar algunos párrafos que me aparecían algo toscos. Pero mi agudeza para advertir errores es mucho mayor que mi habilidad para remendarlos. Soy, indudablemente, mejor lector que escritor.
   Con cierta vanidad, puedo anunciar, sin embargo, que la expulsión de ciertos capítulos resultó perfecta.
  Las consideraciones anteriores desembocan redondamente en una nueva disculpa destinada ahora a quienes ya conocen estas crónicas: los trabajos realizados sobre ellas no han sido de mucha utilidad. Se encuentran  ustedes ante el mismo libro que ya han soportado una vez. Un libro torpe, construido sin embargo con las ideas nobles que tuvieron su cuna en otras mentes. Como quien dice un chalecito edificado con ladrillos del palacio de Nabucodonosor.

"Crónicas del Angel Gris"  Alejandro Dolina

jueves, 13 de septiembre de 2012

13 de Setiembre "Día del Bibliotecario"

Los filósofos van y vienen: los bibliotecarios quedan"
ENTREVISTA A ELIADES ACOSTA MATOS
Por Rosa C. Báez

Nos complace mucho oírle decir, en diferentes foros, eventos o enconversaciones diarias la frase "nosotros los bibliotecarios", quesabemos sincera: ¿Cómo ha llegado a arraigarse esta certidumbre, estesentimiento en Usted? ¿Por qué ha asumido ese sentido de pertenencia anuestro gremio?

Por respeto. Yo creo que yo tenía una visión muy pobre de los bibliotecarios… Yo soy filósofo de profesión: es decir,- uno trabaja con abstracciones, con ideas elevadas, categorías complicadas, etc., y un gremio como el bibliotecario, que se encarga aparentemente, visto desde lejos, sólo de conservar libros, organizarlos, sacudirlos y prestarlos, para mi era, nada, como una clase subalterna dentro de la jerarquía elitista que me había construido y en la cual los filósofos estarían, de alguna manera, en la cúspide… ¡¡Error!! Todo eso se ha venido abajo: no hay cúspide, no hay filósofos… los filósofos van y vienen, los bibliotecarios se quedan; estamos hablando de una profesión que uno aprende a respetar cuando convive con ella, y uno sabe que hay pocas profesiones que tengan el sentido de pertenencia ,el amor, la nobleza y la entrega de los bibliotecarios.
Eso lo veo yo aquí en la Biblioteca todos los días, gente que lleva 40 años aquí, gente que lucha porque alguien ha maltratado un libro,porque alguien ha robado un libro, gente que se desvive por servir ala persona que viene necesitada de un conocimiento… y eso en el mundo en general se ha perdido mucho, la ética en las profesiones… por lo tanto, yo creo que es un honor para mí decir que soy bibliotecario...

¡Felíz día a todos los colegas!

martes, 11 de septiembre de 2012

11 de Setiembre "Día del Maestro"

Enseñaras a volar

Enseñarás a volar
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo en cada vuelo, 
en cada vida, en cada
sueño perdurá la huella del
camino enseñado.

Madre Teresa de Calcuta



¡FELIZ DIA A TODOS LOS DOCENTES!

jueves, 6 de septiembre de 2012

8 de Setiembre "Argentina lee poesía"

Aparición urbana

¿Surgió de bajo tierra?
¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
inmóvil,
en silencio,
hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas
al espanto,
al asfalto,
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
casi azul, de tan blanco.

Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.

Oliverio Girondo

--------------------------------------

Gracias a la vida  

Gracias a la vida,
que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros, 
que cuando los abro
perfecto distingo
lo negro del blanco
y en el alto cielo
su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido
y el abecedario;
con él las palabras
que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano
y luz alumbrando
la ruta del alma
del que estoy amando.

Violeta Parra
(Fragmento)

-----------------------------------------
Nanas de la cebolla

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos 
y de mi amor.

Miguel Hernández
(Fragmento)

martes, 21 de agosto de 2012

Novedades bibliográficas y material electrónico recibido


Llegaron libros nuevos  y material electrónico (DVD) a la Biblioteca de la Institución. Pasen y vean . Los esperamos. A continuación les comunicamos con detalle el material recibido.
 
 

Adolescencia y pubertad: problemática actual /García Barthe, Mónica Susana.-- MV ediciones.
Adolescencia y salud /Valli, Rosana M. .--Santillana.

Alhahita es tu canto/ Kaliman, Ricardo J. .--Comunicarte.

América Latina a comienzos del siglo XXI /Ayerbe, Luis Fernando y otros. -- Homo Sapiens.

Antropología emancipadora, derechos humanos y … /Vázquez, Héctor. -- Homo Sapiens.

Argentina de la conquista a la independencia /Assadourian,C. --Paidós.

Argentina indígena:vísperas de la conquista/ Rex González, Alberto. -- Paidós.

Bestiario Fósil /Forasiepi, Analía.-- Albatros.

Bibliotecas y escuelas.-- Oceano.

Biología / Curtis, Helena … [et al.] . --Panamericana.

Biología : la vida en la tierra/ Audesirk, Teresa .--Pearson.

Biología y geología /Fernández Esteban, M.A.-- Vicens Vives.

Borgues y la matemática/ Martínez, Guillermo.-- Seix Barral.

Caminar... Junto a los pueblos /Pérez Esquivel, Adolfo. -- Lugar.

Celebrar los sentidos/ Lesser, Ricardo. -- Longseller.

Ciencia ambiental: un estudio de interrelaciones /Enger, E y Smith, B.-- Mc Graw Hill.

Ciencias de la Tierra : una introducción a la geología fisica /Tarbuck, Edward J.-- Pearson .

Cómo hacer para que funcione la globalización /Stiglitz, Joseph E. --Taurus.

Conceptos clave /Marín, Marta.-- Aique.

Constitución de la Nación Argentina 1994 /Mignone, Emilio E.-- Ruy Diaz .

Contaminación y ambiente: de eso no se habla… /Rodríguez, M y otros . --Aula Taller.

Crónica del ocaso : apuntes sobres las papeleras / López Echagüe, Hernán.-- Norma.

Cuadernos de semilla : historia de madres adolescentes/ Jusid, Ana.-- Marea .

Daños colaterales : papeleras ... /Toller, Verónica.-- Marea.

De la revolucíon de la independencia...v.3/ Halperin Donghi, Tulio.-- Paidós.

De Usuhuaia a La Quiaca /Gieco, León .--Retina.

De vuelta a casa : historia de hijos y nietos... /Argento, Analía.-- Marea.

Democracia y sociedad de masas /Yannuzzi, María de los Angeles.-- Homo Sapiens.

Desde el azul del cielo /Bombara, Paula.-- Norma.

Diccionario de ciencias sociales y políticas /Di Tella, Torcuato S.-- Emecé.

Diccionario de la Literatura universal.-- Oceano.

Diccionario de Sociología /Giner, Salvador .--Alianza.

Dioses fracasados/ Mazzeo, Miguel. -- Ediciones Macchi.

Ecología/ Smith, Thomas M.-- Pearson.

Ecología y medio ambiente /Calixto Flores, Raúl . -- Cengage.

Economía para principiantes /Garvie, Alejandro.-- Era Naciente.

Educación cívica V /Eggers-Brass, Teresa .--Maipue.

El arte de la lectura en los tiempos de crisis/ Petit, Michèle .--Oceano.

El barrio /Gallastegui Vega, Joaquín.-- Lumen.

El cambio climático global/ Barros, Vicente.-- Libros del Zorzal.

El cielo para todos/ Gabriele, Adrián H. --Cántaro.

El espectro continuo de las atmosferas... /Clariá, Juan José.-- Comunicarte.

El gran libro de juegos para la mente v.1 /Moscovich, Ivan.-- Troquel.

El gran libro de juegos para la mente v.2/ Moscovich, Ivan.-- Troquel.

El hombre que calculaba /Tahan, Malba .--Pluma y papel.

El legado de Darwin : qué significa hoy la evolución /Dupré, John.-- Katz.

El nacimiento de la literatura argentina y .../ Gamerro, Carlos.-- Norma.

El origen de las especies/ Darwin, Charles.-- Longseller.

El pensamiento político latinoamericano /Romero, José Luis .--A-Z.

El poder de los límites /Doczi, György .--Troquel.

El proyecto y la metodología de la investigación /Ynoub. Roxana Cecilia.-- Cengage .

El umbral de la relatividad /Maiztegui, Alberto P. --A-Z.

Encuentros con Silvina Ocampo/ Ulla, Noemí .--Leviatán.

Enlace 2 : Física /Fernández Cruz, R. --Vicens Vives.

Enlace 2 : química /Peña Segador L. de .--Vicens Vives.

Entre libros y lectores I /Seppia, Ofelia y otros.-- Lugar.

Entre santos, cumbias y piquetes/ Carozzi, María Julia y otros.-- Biblos.

Escuchar a los muertos con los ojos /Chartier, Roger.-- Katz.

Esta, nuestra única Tierra /Brailovsky, Antonio Elio.-- Maipue.

Estadística y probabilidad /Domínguez Domínguez, Jorge.-- Oxford.

Etica para Amador /Savater, Fernando.-- Ariel.

Filosofía /Cortina, Adela.-- Santillana.

Filosofía /Costa, Ivana.-- Maipue.

Filosofía : esa busqueda reflexiva/ Frassineti de Gallo, Martha.-- A-Z.

Filosofía formación etica y ciudadana /Cappana, Pablo y otros.-- Puerto de Palos.

Filosofía y formación ética y ciudadana: los derechos fund. /Correale, M. y Vidiella,G.-- Longseller.

Filosofía: problemática filosófica /Guarna, Mirta.-- Sainte Claire.

Folkore en las grandes ciudades .--Libros del Zorzal

Fundamentos de física, v.1 /Serway, R y Faughn, J .--Cengage Learinng.

Fundamentos de física, v.2 /Serway, R y Faughn, J.-- Cengage Learinng.

Géneros literarios: composición, estilo y contextos/ Oberti, Liliana .--Longseller.

Geografía: nuevos temas, nuevas preguntas /Blanco, Jorge y otros .--Biblos.

Geometría analítica/ Kindle, Joseph H. --Mc Graw Hill.

Guía de reservas naturales de la argentina v.2 Patagonia…/ Chebez, Juan Carlos.-- Albatros.

Guía de reservas naturales de la argentina v.4 Noroeste/ Chebez, Juan Carlo.--s Albatros.

Historia argentina : una mirada crítica/ Eggers-Brass, Teresa.-- Maipue.

Historia argentina contemporánea .--Dialektik.

Historia de la Literatura hispanoamericana v.1 /Alvar, Manuel y otros.-- Cátedra.

Historia de la Literatura hispanoamericana v.2 /Ainsa, Fernando y otros .--Cátedra.

Historia de la Literatura hispanoamericana v.3 /Ainsa, Fernando y otros .--Cátedra.

Historia del tiempo : del big bang a los aguejor negros /Hawking, Stephen W.-- Alianza.

Historia económica mundial contemporanea .--dialektik.

Historia oral, relatos y memorias /Benadiba, Laura.-- Maipue.
Inmigrantes sociedad anónima /Alonso de Rocha, Aurora .--Leviatan.

Instituciones de Derecho Publico/ Madueño, Raúl y otros.-- Ediciones Macchi.

Introducción al cuerpo humano /Tortora, Gerard J. --Panamericana.

Investigación social/ Ferreira Deslandes, Suely.-- Lugar.

La apropiación y el saqueo de la naturaleza /Pengue, Walter A. --Lugar.

La argentina :geografía económica y humana /Carlevari, Isidro J.F.-- Alfaomega.

La construcción del camino lector/ Devetach, Laura.-- Comunicarte.

La cuestión americana /Alberdi, Juan Bautista .--Grupo Editor Universitario.

La democracia constitucional y su crisis /Cantón,Darío.-- Paidós.

La democracia de masas/ Halperin Donghi .--Paidós.

La democracia en América Latina/ Fernández,A. y Lesgart,C(comp).-- Homo Sapiens .

La enciclopedia del estudiante: Literatura Universal.-- Santillana.

La gramática actual /Caminos, Miguel Angel .--Magisterio del Rio de la Plata.

La gran polemica nacional/ Alberdi, Juan Bautista.-- Leviatan.

La inexplicable sociedad /Klimovsky, Gregorio.-- A-Z.

La naturaleza humana: justicia versus poder/ Chomsky, Noam.-- Katz.

La organización nacional/ Gorostegui de Torres .--Paidós.

La protesta social en la argentina/ Almayra, Guillermo.-- Peña Lillo.

La república conservadora /Gallo, Ezequiel .--Paidós.

La segregación negada/ Margulis, Mario y otros.-- Biblos.

La solución de conflictos en la escuela /Salm, Randall .--Alfaomega.

La trama de los textos /Bombini, Gustavo.-- Lugar.

La ultima dictadura militar en argentina .--Homo Sapiens.

La unión sudamericana/ Perón, Juan Domingo .--Grupo editor universitario.

Las desventuras del conocimiento cientifico /Klimovsky, Gregorio.-- A-Z.

Las revistas literarias argentinas /Provenzano Alonso, Lafleur .--El 8vo. Loco.

Lazos verdes: nuestra relación con la naturaleza /Anzolín, Adriana.-- Maipue.

Leopero no comprendo/ Castro de Castillo, Ester y otros .--Comunicarte.

Leyendo a Euclides /Levi, Beppo .--Libros del Zorzal.

Los felices 90: la semilla de la destrucción /Stiglitz, Joseph .--Taurus.

Los jóvenes y sus derechos.-- Lugar.

Los últimos testigos : hablan los niños ... -- Leviatan.

Lugares del decir /Mozejko, Danuta Teresa .--Homo Sapiens.

Morir en occidente/ Ariés, Philippe .--Adriana Hidalgo.

Movimientos sociales y poder estatal /Petras, James.-- Lumen.

Mucho poquito nada /Amster, Pablo .--Norma.

No me olvides : historias de vidas inmigrantes /Pedraza, Graciela.-- Comunicarte.

Nomeolvides : memoria de la resistencia... /Garulli, Liliana y otros .--Biblos.

No-Sí estoy de acuerdo : claves para la... /Durante, Vicente José.-- Kapelusz.

Noticias del planeta tierra /Boido, Guillermo .--A-Z.

Paradigma 1 : filosofía /Echano Basaldua, J de y otros.-- Vicens Vives.

Pensar la argentina : siete intelectuales.. /Mucci, Cristina.-- Norma.

Política económica y exclusión social /Cuello, Raul E. --Ediciones Macchi.

Principios de quimica/ Atkins, Peter.-- Panamericana .

Proyectos y metodología de la investigación /Lorenzo, María Rosa.-- Aula taller .

Psicología /Colombo, Rosa Inés .--Sainte Claire.

Psicología : una introducción /Orsini, Alcira .-A-Z.

Psicología : uno y los otros/ Di Segni Obiols, Silvia .--A-Z.

Química biológica /Blanco, Antonio.-- El Ateneo.

Química de los alimentos /Badui Dergal, Salvador.-- Pearson.

Química medioambiental /Spiro, Thomas G. --Pearson.

Razonar y conocer /Panizza, Mabel.-- Libros del Zorzal.

Relatividad /Sisteró, Roberto F.-- Comunicarte.

Riesgos naturales : procesos de la Tierra como riesgos…/ Keller, Edward A--. Pearson .

Seis genios en el cielo /Sverdlik, Sami .--Lugar.

Sobre la teoría de la relatividad especial y .../ Einstein, Albert.-- Alianza.

Sociologia para principiantes /Lafforgue, Martín .--Era Naciente.

Stephen Hawking para principiantes/ McEvoy, Joseph .--Era Naciente.

Teoria cuántica para principiantes/ McEvoy, J.P.-- Era Naciente .

Todo sexo es político .--Libros del Zorzal.

Tres lecciones sobre la sociedad postindustrial/ Cohen, Daniel .--Katz.

Tribus urbanas : cazadores de identidad /Caffarelli, Constanza.-- Lumen.

Un mundo maravilloso /Altamira, Jorge y otros.-- Biblos.

Un universo diferente /Laughlin, Robert B. .--Katz.

Vientos, terremotos, tsunamis y otras catástrofes.-- Biblos.

Vivir la muerte /Lesser, Ricardo.-- Longseller.

Yo me cuido ¿sol@? /Mosso, Liliana Elisabet .--Maipue.




DVD 145 Riesgos naturales
DVD 146 Ciencias de la Tierra
DVD 147 Estadística y probabilidad
DVD 148 Proyectos y metodologias de la investigación
DVD 149-150-151 Arte Argentino II
DVD 152-153-154 Derecho humanos y formacion ciudadana
DVD 155-156-157 Filosofia: mentira la verdad
DVD 158-159-160 Historia Argentina I
DVD 161-162-163 Historia Argentina II
DVD 164-164-166 Literatura : escritores en primera...
DVD 167-168-169 Matemática I : alterados por Pi I
DVD 170-171-172 Matemática II
DVD 173-174-175 Medios de comunicación
DVD 176-177-178 Música argentina
DVD 179-180-181 Músicos argentinos I
DVD 182-183-184 Músicos argentinos II
DVD 185-186-187 Problemáticas sociales I
DVD 188-189-190 Problemáticas sociales II
DVD 191-192-193 Uso de energías
DVD 194-195-196 Wikipedia para nivel secundario
DVD 197-198-199 Secundaria para todos : fisica, química y biología
DVD 200-201-202 Secundaria para todos : historia y geografía
DVD 203-204-205 Secundaria para todos : lengua y literatura y matemática
DVD 206-207-208 Secundaria para todos : arte

martes, 26 de junio de 2012

Un momento para disfrutar...

Fragmento estraìdo del libro : Trampolines para la felicidad de Carlos Solari:

"5 Claves para mantener los trampolines de la felicidad.
Carlos Solari nos extiende las manos llenas de luz, desde su esperanza, a aquel niño que todos somos en forma perdurable y que nos acompaña porque siempre los llevamos dentro, para que nos animemos a vivir en plenitud y en forma intensa nuestra propia vida y que por razones que a veces no nos son propias, el mundo adulto frena con sus rutinas cotidianas.

5 Claves para dar un formidable salto y encontrar aquel espacio de vida que merece ser vivido por todo ser humano sin distinción de edad, género, raza, cultura o historia.

Primera Clave : la felicidad es propia del ser humano y es un bien y una virtud posible para cada uno de nosotros y para todos en la humanidad.

Segunda Clave: la felicidad no es un momento, no es una coyuntura, no es una casualidad, es una construcción continua de crecimiento con uno mismo y con los demás, a través del compromiso de encontrar los caminos de la verdad de la felicidad continua.

Tercera Clave: la felicidad no es solo una parte de la vida que aparece y desaparece, es una concepción, un principio fundamental, una actitud primordial, un ser y hacer frente a cada momento de la existencia para la articulación armoniosa de cada momento, cuya cumbre alcanza al ser humano, con su compromiso con todo.

Cuarta Clave: este bien y virtud posible, esta construcción continua de uno en el todo, se concierte en un valor esencial cuando incluye, no solo la felicidad personal, sino el logro de la felicidad de los otros a través de la cooperación y la reciprocidad como puente de acuerdos para el bien común.

Quinta Clave: y aquí la advertencia, la felicidad no aparece como fruto de la casualidad, como producto de la banalidad, como un encuentro con la suerte, la felicidad responde a la iluminación de mi conciencia y de mi compromiso con los demás, a través de una severa disciplina del bien común un triunfo colectivo que compartimos con los demás."

Roberto Campitelli : escritor y especialista en comportamiento humano.

viernes, 15 de junio de 2012

15 de Junio "Día del Libro"

Medio pan y un libro. Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros Granada). Septiembre 1931.
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía.


Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.


No sólo de pan vive el hombre.
Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos.


Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan.
Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social. Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento.
Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?


¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón.


Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’.


Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

viernes, 18 de mayo de 2012

Novedades bibliograficas recibidas

Recibimos :

Trampolines para la felicidad en el siglo XXI / Carlos Solari.
La tercera ola /Alvin Toffler


lunes, 9 de abril de 2012

Un momento para disfrutar...

La Boda

Que una muchacha de la edad de Roberta se fijara en mí, saliera a pasear conmigo, me hiciera confidencias, era una dicha que ninguna de mis amigas tenía. Me dominaba y yo la quería no porque me comprara bombones o bolitas de vidrio o lápices de colores, sino porque me hablaba a veces como si yo fuera grande y a veces como si ella y yo fuéramos chicas de siete años.
Es misterioso de dominio que Roberta ejercía sobre mí: ella decía que yo adivinaba sus pensamientos, sus deseos. Tenía sed: yo le alcanzaba un vaso de agua, sin que me lo pidiera. Estaba acalorada: la abanicaba o le traía un pañuelo humedecido en agua de Colonia. Tenía dolor de cabeza: le ofrecía una aspirina o una taza de café. Quería un flor: yo se la daba. Si me hubiera ordenado “Gabriela, tírate por la ventana” o “pon tu mano en las brasas” o “corre a las vías del tren para que el tren te aplaste”, lo hubiera hecho en el acto.
Vivíamos todos en los arrabales de la ciudad de Córdoba. Arminda López era vecina mía y Roberta Carma vivía en la casa de enfrente. Arminda López y Roberta Carma se querían como primas que eran, pero a veces se hablaban con acritud: todo surgía por las conversaciones de vestidos o de ropa interior o de peinados o de novios que tenían. Nunca pensaban en su trabajo. A la media cuadra de nuestras casas se encontraba la peluquería LAS ONDAS BONITAS. Ahí, Roberta me llevaba una vez por mes. Mientras le teñían el pelo de rubio con agua oxigenada y amoníaco, yo jugaba con los guantes del peluquero, con el vaporizador, con las peinetas, con las horquillas, con el secador que parecía el yelmo de un guerrero y con una peluca vieja, que el peluquero me cedía con mucha amabilidad. Me agradaba aquella peluca, mas que a nada en el mundo, más que los paseos a Ongamira o al Pan de Azúcar, más que los alfajores de arrope o que aquel caballo azulejo que montaba en el terreno baldío para dar la vuelta a la manzana, sin riendas y sin montura y que me distraía de mis estudios.
El compromiso de Arminda López me distrajo más que la peluquería y que los paseos, Tuve malas notas, las peores de mi vida, en aquellos días.
Roberta me llevaba a pasear en tranvía hasta la confitería Oriental. Ahí tomábamos chocolate con vainillas y algún muchacho se acercaba para conversar con ella. De vuelta en el tranvía, me decía que Arminda tenía más suerte que ella, porque a los veinte años las mujeres tenían que enamorarse o tirarse al río.
-¿Qué río?-preguntaba yo, perturbada por las confidencias.
-No entiendes. Qué le vas hacer. Eres muy pequeña.
-Cuando me case, me mandaré hacer un hermoso rodete-había dicho Arminda- mi peinado, llamará la atención.
Roberta reía y protestaba:
-Qué anticuada. Ya no se usan los rodetes.
-Estás equivocada. Se usan de nuevo –respondía Arminda -. Verás sino llamo la atención.
Los preparativos para la boda fueron largos y minuciosos. El traje de novia era suntuoso. Una puntilla de la abuela materna adornaba la bata, un encaje de la abuela paterna (para que no se resintiera) adornaba el tocado. La modista probó el vestido de Arminda cinco veces. Arrodillada y con la boca llena de alfileres la modista redondeaba el ruedo de la falda o agregaba pinza al nacimiento de la bata. Cinco veces del brazo de su padre, Arminda cruzó el patio de la casa, entró en su dormitorio y se detuvo frente a un espejo para ver el efecto que hacían los pliegues de la falda con el movimiento de su paso. El peinado era tal vez lo que más preocupaba a Arminda. Había soñado con él toda su vida. Se mandó hacer un rodete muy grande, aprovechando una trenza de pelo que le habían cortado a los quince años. Una redecilla dorada y muy fina, con perlitas, sostenía el rodete, que el peluquero exhibía ya en la peluquería. El peinado, según su padre, parecía una peluca.
La víspera del casamiento, el 2 de enero, el termómetro marcaba cuarenta grados. Hacía tanto calor que no necesitábamos mojarnos el pelo para peinarlo ni lavarnos la cara con agua para quitarnos la suciedad. Exhaustas, Roberta y yo estábamos en el patio. Anochecía. El cielo, de un color de gris plomo, nos asustó. La tormenta se resolvió sólo en relámpagos y en avalanchas de insectos. Una enorme araña se detuvo en la enredadera del patio : me pareció que nos miraba. Tomé le palo de una escoba para matarla, pero me detuve no sé por qué. Roberta exclamó:
-Es la esperanza. Una señora francesa me contó una vez que La araña por la noche es esperanza.
-Entonces, si es esperanza, vamos a guardarla en una cajita- le dije.
Como una sonámbula porque estaba cansada y es muy buena, Roberta fue a su cuarto para buscar una cajita.
-Ten cuidado. Son ponzoñosas.-me dijo.
-¿Y si me pica?
-Las arañas con como las personas: pican para defenderse. Sino les haces daño, no te harán a ti.

Puse la cajita abierta frente a la araña, que de un salto se metió adentro. Después cerré la tapa, que perforé con un alfiler.
-¿Qué vas hacer con ella?- interrogó Roberta.
-Guardarla.
-No la pierdas-me respondió Roberta.
Desde ese minuto, anduve con la caja en el bolsillo. A la mañana siguiente fuimos a la peluquería. Era domingo. Vendían matras y flores en la calle. Esos colores alegres parecían festejar la proximidad de la boda. Tuvimos que esperar al peluquero, que fue a misa, mientras Roberta tenía la cabeza bajo el secador.
-Pareces un guerrero- le grité.
Ella no me oyó y siguió leyendo su libro de misa. Entonces se me ocurrió jugar con el rodete de Arminda, que estaba a mi alcance. Retiré las horquillas que sostenían el rodete compacto dentro de la preciosa redecilla. Se me antojó que Roberta me miraba, pero era tan distraída que veía sólo el vacío, mirando fijamente a alguien.
-¿Pongo la araña adentro?- interrogué mostrándole el rodete.
El ruido del secador eléctrico seguramente no dejaba oír mi voz. No me respondió, pero inclinó la cabeza como si asintiera. Abrí la caja, la volqué en el interior del rodete, donde cayó la araña. Rápidamente volví a enroscar el pelo y a colocar la fina redecilla que lo envolvía y las horquillas para que no me sorprendieran. Sin duda lo hice con habilidad, pues el peluquero no advirtió ninguna anomalía en aquella obra de arte, como él mismo denominaba el rodete de la novia.
-Todo esto será un secreto entre nosotras-dijo Roberta, al salir de la peluquería, torciendo mi brazo hasta que grité. Yo no recordaba qué secretos me había dicho aquel día y le respondí, como había oído hacerlo a las personas mayores.
-Seré una tumba.
Roberta se puso un vestido amarillo con volantes y yo un vestido blanco de plumetis, almidonado, con un entredós de broderie. En la iglesia no miré al novio porque Roberta me dijo que no había que mirarlo. La novia estaba muy bonita con un velo blanco lleno de flores de azahar. De pálida que estaba parecía un ángel. Luego cayó al suelo inanimada. De lejos parecía una cortina que se hubiera soltado. Muchas personas la socorrieron, la abanicaron, buscaron agua en el presbiterio, le palmotearon la cara. Durante un rato creyeron que había muerto; durante otro rato creyeron que estaba viva. La llevaron a la casa, helada como un mármol. No quisieron desvestirla ni quitarle el rodete para ponerla muerta en el ataúd. Tímidamente, turbada, avergonzada, durante el velatorio que duró dos días, me acusé de haber sido la causante de su muerte.
-¿Con qué la mataste, mocosa?-me preguntaba un pariente lejano, de Arminda, que bebía café sin cesar.
-Con una araña- yo respondía.
Mis padres sostuvieron un conciliábulo para decidir si tenían que llamar a un médico. Nadie jamás me creyó. Roberta me tomó antipatía, creo que le inspiré repulsión y jamás volvió a salir conmigo.

Silvina Ocampo “ La furia y otros cuentos”

martes, 20 de marzo de 2012

Novedades recibidas



Recibimos material electrónico (DVD y CD-Rom)




  1. Compendio ambiental / Dirección de Medio Ambiente

  2. Múltiples voces para el bicentenario/ Ministerio de Educ. de la Nación

jueves, 8 de marzo de 2012

8 de Marzo "Día internacional de la mujer"

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA


(por Gabriel García Márquez)





Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel,
si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,
si los rollitos no te generan trauma,
si nunca has sufrido de anorexia,
si tu estatura no afecta tu desarrollo personal,
si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar
y no estar sobre una toalla durante horas,
si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas,
si sabes cómo se prepara un arroz,
si puedes preparar un almuerzo completo,
si tu prioridad no es estar divina a como de lugar,
si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar primera al gimnasio, si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo
sin una gota de maquillaje en el rostro...
ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN....



Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies,
si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca,
ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo,
es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa
y un buen consejo puede alegrarte la vida.



Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos,
ni más cargos académicos,
es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita no es la más ardiente
(aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...
Los que estamos fuera de foco somos los hombres )

Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza
y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO. Y un HOMBRE... UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así...
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera....
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento...
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y a tender tripones,
hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes....
La verdad, compañeros hombres,
es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido...
¡Qué tontos hemos sido -y somos-
cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque...!

martes, 6 de marzo de 2012

Un momento para disfrutar...

Los invitamos a disfrutar de esta bella historia de la India



Un hombre encontró el capullo de una mariposa. Un día, apareció en él una pequeña abertura, entonces se sentó y observó durante varias horas cómo la mariposa luchaba, esforzándose para poder pasar a través de ese agujerito.

Luego, le pareció que la mariposa ya no progresaba; era como si hubiera llegado al límite de sus posibilidades y no pudiera seguir avanzando. Es por eso que decidió ayudarla: tomó una tijera y cortó el pedacito restante del capullo. La mariposa salió fácilmente, pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas. El hombre siguió observándola, esperando que en cualquier momento las alas pudieran agrandarse y expandirse para poder soportar el cuerpo que, a su debido tiempo, se contraería. Nada de eso sucedió. De hecho, la mariposa pasó el resto de su corta vida arrastrándose con el cuerpo hinchado y las alas encogidas. Nunca pudo llegar a volar.

Lo que el hombre no comprendió, en su bondad y apuro, es que el obstáculo del capullo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera pasar por la diminuta abertura era el modo en que Dios obligaba a que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a sus alas para que estuviera en condiciones de volar una vez que se liberara del capullo.

Algunas veces, las luchas y dificultades son exactamente lo que necesitamos en nuestras vidas. Si Dios permitiera que pasáramos por la vida sin enfrentar obstáculos, nos volveríamos inválidos.

viernes, 2 de marzo de 2012

Carreras del ISFD N°167




Entrá a la pagina del ISFD Nº 167 y enterate de las carreras que se dictaran durante este ciclo lectivo. Ya se encuentra abierta la inscripción a las mismas.
Para mayor información dirigirse al establecimiento o bien mirar la pagina del instituto: http://isfd167.bue.infd.edu.ar/sitio/index.cgi




Te esperamos!